Saturday, August 7, 2010

El dia que conocimos a Eduardo Galeano

Habiamos llegado a Tiahuanacu cerca de las 3 de la madrugada, Enchi y yo, y esta vez si estabamos muy abrigados y nos dispusimos a buscar un lugar donde charlar, fumarnos un porro, beber algo, lo que sea hasta que amanezca y salgan los primeros rayos solares. Caminamos charlando, contandonos todo, no nos habiamos visto en como 2 anhos, riendo, llorando, encontrandonos como los hermanos gemelos que siempre fuimos y que nos separaron, pero que siempre a pesar de todo, siempre nos volviamos a juntar.

Me dijo, vamos a tomar un te con te, acepte y el me regalo una historia que me conmovio hasta las lagrimas, a medida que me iba contando como era ser minero en Potosi, la gente del bar lo miraba, y poco a poco una pequenha multitud lo rodeaba mientras el, con lagrimas en los ojos me contaba como era morirse poco a poco de tuberculosis con 26 anhos y tener 4 guaguas que alimentar, adentrarse mina adentro a matarse poco a poco, escupiendo sangre.

Terminamos bebiendo no se cuantas tazas de te con te, que la amable caserita no nos cobro ni un peso, llorando tambien ella porque, su papa fue minero, y tu mi querido amigo, la conmoviste hasta las lagrimas.

Te despediste, diste las gracias y me tomaste de la mano, nos fuimos a caminar en un silencio necesario. Llegamos a la plaza muriendonos de frio, nos acercamos a una de las tantas fogatas, tomados de la mano, nos sentamos, miramos, ese fuego, esas maderas que se quemaban, lentamente empezamos a delirar, ya sea por efecto del porro, o las tantas tazas de alcohol de quemar con te que nos bebimos o simplemente el frio. Recuerdas?

Llego el amanecer, emputados de tanta tierra y frio, nos fuimos a meter a las ruinas, comprandonos unos astorias en el camino. No ibamos a soportar unos cordones de separacion entre los periodistas autorizados y los pobres que llegamos hasta ese lugar con la esperanza de ver y hasta talves hablar con Eduardo Galeano.

Te tome de la mano y te dije: "No vamos a venir hasta aca, dormir en la plaza como indigentes, pasar tanto frio en vano, asi que pon cara de periodista que nos vamos a hacer pasar de periodistas e internacionales" Una sonora carcajada me lanzaste, y de un tiron te meti, con tanta determinacion que los policias que estaban por ahi, nos miraron y no nos dijieron nada, incluso luego nos dieron refrigerio gratis.

Acabo el acto, nosotros esperanzados de poder tener la entrevista o al menos la mirada del Escritor, nos unimos a toda la prensa internacional, mezclados con los amigos de EFE, la delegacion de Mexico, Peru, etc. nos subimos con ellos a una camioneta que nos iba a llevar a la plaza principal, a una conferencia de prensa del flamante presidente.

Tristes, no pudimos encontrar a Galeano, pero al menos conocimos a Rigoberta Menchu, a unos pieles rojas que de piel roja no tenian nada, y cuando el amigo fotografo profesional de EFE que nos acababa de interrogar sobre lo jovenes que eramos y la gran carrera que teniamos por delante, desvio la cabeza y lo vio, entonces nos dijo: "Ahi esta Galeano, ahi en la ambulancia", y de un salto se bajo de la camioneta en movimiento. Te paraste, me besaste la frente y con los ojos llenos de luz me dijiste: "Ahi esta, vamos". Saltamos corrimos, detuviste la ambulancia donde Eduardo Galeano, con esos ojos celestes iba sonriendo. Volviste por mi, me miraste y me dijiste: "Mierda, tenemos sus libros pero son truchos, como le vamos a hacer firmar en libros piratas". Reimos, y buscamos un papel, de un tiron rompimos un cartel del flamante presidente, y en su reverso teniamos un lienzo en blanco.


Recuerdo la emocion al verlo, estar frente a el. Temblando y con la voz en un hilo le dijimos: "Don Eduardo Galeano, mucho gusto, seria tan amable de firmarnos este papelito".

Sonriendo nos dijo: "Quien tuviera su edad, como se llaman?" y con una caligrafia hermosa, nos escribio: "Para Cynthia y Clovis, con todo el carinho y la envidia del mundo. Que hermosos se ven, los veo"

Leimos, le dimos las gracias, tu estrechaste sus manos, yo bese su mejilla, y nos fundimos en esos ojos celestes.
No necesitabamos mas, conocer a uno de tus idolos cuando la vida florece, fue demasiado.

4 comments:

Azael said...

sobreviviendo a la historia :D

Escafandra said...

Ultravivido.
Por cieto, me resultas familiar, Quien eres?

Vania B. said...

Qué linda historia Cyn, me encantó. Qué bueno que estés de vuelta. Ya me voy a poner al día con tus letras.

Un abrazo.

Escafandra said...

Gracias Vania, que lindo tenerte de visita. Esta es tu casa.